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Tienes invitados? Tranquilidad. Además del menú y la decoración navideña, te damos unos trucos para que lo tengas todo listo. Es muy importante una buena planificación. Prepara todo con antelación, evitarás sorpresas en el último momento. Apunta esto en tu lista y ve tachando: comienza por una buena limpieza, sobre todo en el comedor, salón y cuarto de baño. Recoge todo lo que no sea necesario, revistas y cables; despeja las mesas y aparadores, para colocar los adornos navideños; y pon los cojines y las mantas. Crea espacios auxiliares con alguna mesita o carrito multiusos.
La primera impresión
Lo primero que ven nuestros invitados es el recibidor. Procura mantenerlo recogido. Ordena el perchero y haz sitio para los abrigos y bolsos. Si dispones de espacio, puedes poner un burro opcional con perchas, como éste de Kave Home. Revisa que haya hueco en el paragüero. Cuida la iluminación y procura que esté perfumado.



El centro de operaciones: la cocina
Presta especial atención a la cocina. La encimera será tu gran aliada. Mantenla despejada, dejando solo los electrodomésticos que vayas a utilizar. Piensa el menú y asegúrate que tienes todos los utensilios necesarios para prepararlo:fuentes, moldes, bandejas… Haz la lista de la compra, comprueba la despensa para ver si tienes todos los ingredientes básicos y libera espacio de la nevera.

Todos a la mesa!
Piensa si tienes espacio suficiente. Abre la mesa si es extensible o añade un tablero con un caballete. Piensa que cada comensal necesita unos 65 cm para estar cómodo. Si usas sillas de otras estancias, ponles una funda para combinar.

Visita obligada
Presta especial atención al cuarto de baño. Ordena la encimera y supervisa que haya jabones y papel higiénico. Coloca un cesto con toallas de tocador o un juego del mismo estampado. Y no olvides poner un ambientador neutro.

Menaje y textil
Repasa la vajilla, retira las piezas que estén descascarilladas o viejas. Quita el polvo de la cristalería. No olvides los cubiertos, debes tener piezas suficientes.Si son de plata, limpia con un poco de alcohol y mételos en una bolsa de plástico hermética. Lava y plancha los manteles, revisa que no tengan manchas y comprueba que tienes servilletas suficientes.

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Inequívocamente, excelente respuesta.